Como me sentía bastante reprimida en esa época salió la historia que salió.
Estas son algunas escenas. Algún día la acabaré o la enmediaré porque lo que faltan son escenas de la mitad.
Lo que he soñado hoy:
Había una especie de apocalipsis zombie en un pueblo de playa, pero tampoco muy apocalíptico, más bien un poco molesto, porque los zombies estaban bastante empanados, pero te tocaban mucho y no era guay. Yo tenía una misión: enseñar a tocar la flauta a un montón de conejitos regordetes no realistas sino más bien como Tambor de Bambi pero sin ser un dibujo. Tenía que hacerlo muy rápido y en un tejado donde diera el sol. Era de vital importancia. Era una especie de llamada a alguien que vendría del cielo, supongo que extraterrestres.
Me sentía un poco maligna, no sé porqué...estaba engañando a alguien.
Luego los conejitos eran bebes muy gordos. (creo que me hecho un lío con el flautista de Hammelin)
Al final se volvía todo más apocalíptico y yo solo quería cojer un bus a Barcelona porque lo de los conejos no había funcionado, pero no sé cómo acababa yendo a mi antiguo colegio haciéndome pasar por paralítica en una silla de ruedas y allí veía una taquilla de una supuesta alumna que era Amaia Montero y yo decía "!Ay dios!" y salía corriendo como si me persiguiera el diablo.
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